“Catalanes todos” … “El Rey Artur y los caballeros de la mesa cuadrada”

diada-290x160«El Rey Artur y los caballeros de la mesa cuadrada”

            Me he otorgado la licencia de tomar prestado el título del libro que Javier Pérez Andújar publicó este verano como lectura playera, creo yo, a ser posible en la costa catalana mientras escuchas conversaciones en ese idioma perfeccionado a base de un poco de por aquí y otro poco de por allá (castellano, italiano y francés), lo que le hace fácilmente comprensible para cualquier otro de raíz latina.

            Pérez Andújar (no tengo comisión) muestra con fina ironía cómo insignes catalanes de la más alta alcurnia burguesa, del poder y de los negocios, brujulea desde la postguerra española, pasando por el franquismo, la transición y la democracia, al ritmo de sus propios intereses hasta abrir la puerta del coche a Franco en sus visitas a Barcelona.

            Ahora toca más de lo mismo y otra vuelta de tuerca. Franco prohibió el catalán y el idioma se extendió. La democracia lo reconoció como lengua cooficial en Cataluña y el catalán mermó. Es el efecto de fuerza-reacción, aunque Rajoy aún no se haya dado cuenta.

        Artur Mas se comporta como un iluminado, pura reencarnación de Lluís Companys, líder de Ezquerra Republicana que desde el balcón del ayuntamiento proclamó, sin encomendarse a dios ni al diablo, la República de Barcelona dentro del “Estado Catalá”. Y eso ocurrió el 6 de octubre de 1934, exactamente hace 80 años. Los catalanes se unieron a los carlistas, cuyo lema era “Religión, Rey y Fueros”, poco después los carlistas lucharon con el ejército de Franco. ¿Quién lo entiende?

            Con las banderillas de la pujolada las pintadas de España nes roba se ven sustituidas por Pujol nes roba. Nes robó, y bien, a todos los españoles. Pero la terquedad del divino Artur no merma, a pesar de que su mesa tiene cuatro esquinas que se reparten entre el PP, los empresarios, los otros españoles con la UE, y a medio culo la Unió de Durán y el PSC (PSOE).

           Los empresarios catalanes se descabalgan de la locura, el euro es el euro. Para muestra un botón, Freixenet y Codorniu ya han visto el recorte en sus encargos navideños, su cava se va a pique en mercados nacionales, otras marcas regionales lo agradecerán. Hasta ver, salut, força al canut y un duro cada minut. 

«Diario Palentino, 05/10/2014»

 

Una herencia envenenada…

«… para el heredero y para los ciudadanos amantes de la igualdad primordial, la del nacimiento» 

             “Líbrenos, Dios, del día de la alabanzas”. Se dice en castellano porque en el sepelio los dolientes proclaman públicamente nuestras bondades sin paliativos. El Rey, por serlo, ya disfruta en vida de las loas de opinantes “políticamente correctos” que se refieren a él como si hubiera fallecido, y es que…, realmente pasa a mejor vida, si cabe.

            No me alcanza la capacidad de discernimiento para decidir si es ahora o no el mejor momento para afrontar un proceso de advenimiento de la III República pero, está claro que después de “a rey muerto, muerto puesto” mucho tiene que cambiar en la monarquía española.

          Un ejemplo. Se ve que sintiéndose solo en su linajuda y escabrosa genealogía, el Borbón, ha hecho generoso uso del predemocrático privilegio de seguir otorgando a medida títulos nobiliarios que perpetúan un clasismo estamental extemporáneo y nos impone una casta de nobles creada como símbolo del favor real (empresarios, excargos franquistas, celebridades,…). Así, aún teniendo decidido abdicar desde enero, el mes pasado S.M. añadió cuatro más hasta completar un total de cuarenta y siete nuevos duques, condes, marqueses y otras hierbas con olor a rancio que andan por el paisaje español exhibiendo un atentado directo al artículo 14 de nuestra Constitución.

            Y menos mal que el futuro Felipe VI ha renunciado a la oferta de esos otros príncipes de la Iglesia que prestamente han puesto todo su protocolario boato al servicio del entronizado, por si quiere coronarse bajo esos rituales para enaltecimiento mutuo.

            Otra herida es la transparencia, eso sí que nos afecta hasta llagarnos. ¿Por qué cualquier servidor público, por mínimo que sea su ámbito de poder, tiene que hacer su Declaración de Bienes y por el contrario, S.M. que vino de Estoril con las manos en los bolsos no declara el ingente patrimonio cosechado en estos tan sufridos años de dedicación a nuestra causa?

            Como salida práctica, me limitaré a soñar que el tan preparado príncipe no revuelva más la jauría de país que hereda. Y si es inteligente se dará cuenta de que las monarquías están obsoletas y dividen más que suman en el camino a una sociedad laica e igualitaria. Lo malo sería que se tuviera que ir como el bisabuelo Borbón.

«Diario Palentino, 08/05/2014»

La bandera que divide

vasco-catalanLo que no une, separa.

El tribalismo exacerbado genera violencia contra miembros del propio grupo

            No son buenos tiempos para exhibiciones patrióticas. En medio del virulento debate sobre los nacionalismos, en el que parcelas del territorio nacional dividen y alteran la convivencia en la sociedad española, lo que procede es caminar con cautela y valorar detenidamente lo que suma evitando lo que separa.                    

          El patriotismo, más que necesario es connatural a la supervivencia, une al individuo con su grupo y lo impulsa a defenderlo junto con los demás miembros frente a enemigos externos. El patriotismo impuesto dentro del propio grupo es una provocación. En el film, “La Ola” (Dennis Gansel, 2008), el experimento sobre la fuerza creada por la estricta disciplina y el orgullo de pertenencia a una comunidad deriva en un descontrol violento que ya no puede parar ni el propio profesor Wenger. Así nacen los totalitarismos.

            Las fuerzas de seguridad y las de orden deben comportarse como en el simbolismo del Ángel de la Guarda, que está detrás pero invisible, solo interviene en casos de peligro sin hacer ostentación de su presencia. La exhibición de uniformes y armas en tiempos de paz es históricamente la demostración al enemigo exterior de que se está bien preparado para la defensa y disuadirle de un ataque. Hacer semejante despliegue en ciudades de provincia provoca intuitivamente una sensación de inseguridad, un no sé qué, que acerca a la boca el vómito al producirnos un temor inconsciente de amenaza de algún mal procedente del propio grupo.

            “HOMENAJE A LA BANDERA en nuestra ciudad, entre ellos un desfile militar, el izado de la bandera de España, un recuerdo a los caídos y otras actividades de carácter militar”, decía la convocatoria. ¿Qué bandera? ¿Por qué no también la local, la regional, la europea, o acaso no pertenecemos a todos esos grupos? Y ¿Qué caídos? ¿Los del ejército rebelde que nos arrebató la democracia durante cuarenta años? ¿Y los patriotas constitucionales muertos en el frente y en las cárceles?

            Los cuerpos uniformados son funcionarios como los demás, cobran del mismo Presupuesto. Los desfiles de otros funcionarios que “sin armas y sin elementos” nos salvan la vida y la salud física, mental y social desfilan perseguidos en manifestaciones.

                  ¡Ojo! con dejarse llevar por el instinto primario del patriotismo violento que nos cuece poco a poco la voluntad razonable de paz.

«Diario Palentino, 10/11/2013»

Que nos pidan la venia

www.cotilleando.com“No olvidemos que el poder reside en el pueblo español, somos la autoridad”

 El artículo 2 de nuestra vigente Constitución dice literalmente: “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”, aunque parece que por las alturas se pretende invertir el orden y que nosotros, los españoles, habitantes de este país, ciudadanos de a pie y paganos a todas luces, rindamos pleitesía a tanto “alto cargo” que nos mira por encima del hombro.

La díscola familia real establece en el protocolo de su casa, que los hombres harán inclinación de cabeza y la mujeres además se flexionarán. Deben haber olvidado sus majestades que su poder no procede de más dios que el pueblo, que les consentimos sentarse en su trono, hablar por nosotros, vivir de nuestros impuestos y en edificios propiedad del Patrimonio Nacional, sin contar sus dieciochescos atuendos, diademas, coronas y saraos de película retro, anacronismos que como la propia monarquía están out, atentan contra el principio de Igualdad, verdadero emblema cúspide de todo régimen democrático. Al rey de turno nadie le elige, nos cae del cielo, en versión infantil de antaño, nos le trae la cigüeña.

Y como la ansiedad, el afán de protagonismo y tiranía son contagiosos, el siempre enfadado Rouco, además de casar princesas Divorciadas y abortistas (excomulgadas ipso facto, según el Derecho Canónico) y conversas, quiere negar por todos los medios los derechos y libertades de las mujeres, porque como es costumbre en los ámbitos talibanes, el poder y el honor de los hombres siempre acaba encontrándose entre las piernas de las mujeres.

El ministro Gallardón se obceca en salvar fetos y al mismo tiempo el gobierno del PP al que pertenece camina a toda máquina para someter a la más cruel y despiadada desatención, pobreza y abandono a las personas discapacitadas, obstaculizar el acceso a la educación y a la sanidad de los ya nacidos y vivientes que somos todos los demás. Pretenden retornar a la doble moral burguesa consistente en “Haz lo que digo pero no lo que hago, los privilegios son para mí, exclusivos y excluyentes”

Pero no olvidemos que el poder reside en nuestras manos, nos deben reverenciar, respetar y venerar, nos deben pedir consentimiento y permiso, a fin de cuentas somos la autoridad, y si quieren acogerse a su programa para redimir sus pecados que lo cumplan al completo. «Diario Palentino, 05/05/02013»

 

¿Cuánto nos cuesta la corrupción?

Un-Pueblo-Que-Elige-Corruptos-No-Es-Victima“El coste internacional, de la España europea a los corruptos del Mediterráneo”

            Todos los días amanecemos con un coscorrón en la mermada credibilidad en nuestros  gobernantes, en toda esa “élite” encargada de defender la democracia y administrar la caja común rellena con los impuestos fruto de nuestro trabajo, cada día más inseguro y esclavo. Como si fuéramos víctimas de una estampida, asistimos impotentes a nuestro particular culebrón de desmanes hispánicos.

            Cada corrupto que se lleva indebidamente y en su propio beneficio una parte del dinero de todos, sea en forma de “regalos”, como tomar clases de golf a cuenta erario, cobrar por trabajos no realizados, evadir impuestos en todos sus formatos, dejarse obsequiar por amistades mafiosas cuando se ejercen funciones de gobierno, manejar “sobres” en cuentas B a cambio de ¿…?, y un sinfín de despropósitos añadidos, va tomando de nuestra confianza y de la caja común lo destinado a los medios que se nos restan en salud, pensiones, educación, subsidios de desempleo y protección de los más desfavorecidos de la sociedad.

            Y  es que el atraco no es solo a la moral vital y al optimismo ciudadano. Y tampoco es solamente lo que materialmente se llevan para lucro personal, es el ingente gasto producido para la investigación de los “hechos”, jueces y personal judicial, policía, estancias carcelarias y su sobredosis en seguridad, miles de funcionarios “entretenidos” en dilucidar asuntos vomitivos.

            Otro escabroso coste es el internacional. Hemos pasado de ser la España europea integrada en una de las potencias mundiales del desarrollo a ser observados como los ladrones del Mediterráneo, en los primeros puestos del desgobierno, la corrupción política y la pobreza de la población. Y este descrédito tiene su reflejo en nuestra economía, no somos de fiar, los inversionistas huyen, las grandes empresas se deslocalizan, la bolsa baja, nada es fiable en nuestro entorno, solo los carroñeros, rusos entre otros, vienen a expoliarnos a mansalva y a bajo precio los inmuebles más valiosos.

            Entre los “affaires” del PP y de la Casa Real, no necesitamos más referentes. La cacareada Marca España se ha convertido en una lacra que nos deja a la altura del betún. La Justicia coaccionada no puede trabajar debidamente. Si esto ocurriera en una República, su Presidente hace tiempo que hubiese tenido que dimitir para sanear, pero eso nunca pasará con la sangre azul hereditaria. «Diario Palentino, 7 de abril de 2013»