“El dinero no desaparece ni se esfuma ni se pierde, lo que no está en un bolsillo está en otro. Habrá, pues, que buscarlo dónde se esconde”
El misterioso Sr. Rajoy, que tiene tanta prisa por tomar las riendas del poder que es como si ya saliera de la zapatería con el nuevo calzado puesto, nos ha dado otra lección de cómo juntar doscientas palabras de diversas formas para decir siempre lo mismo, nada. Dice que va a pelear por el empleo y reducir el déficit. A la audiencia, incluida la prensa después de la susodicha rueda, se nos han quedado los ojos desorbitados de tan sorpresiva novedad. ¡Qué capacidad! Desde luego es todo un político en el formato y con la auténtica fama que tienen hoy tales elementos democráticos. Lo deja todo para el Discurso de Investidura que será cuando nos va a contar tantas y tan bonitas cosas que con sus proyectos y propósitos vamos a ver chiribitas de colores.
Qué fácil tiene que ser gobernar cuando la respuesta consolidada y ya desesperadamente admitida es – No hay dinero- .Y nos preguntamos ¿No hay dinero dónde? El dinero no desaparece ni se esfuma ni se pierde, lo que no está en un bolsillo está en otro. Habrá, pues, que buscarlo dónde se esconde. La salida de esta famosa recesión está en sacar el dinero de donde está y ponerlo en circulación ya. No hace falta ser un lince para ver como el mapa de la riqueza evoluciona de forma alarmante, ricos cada vez más ricos y clases medias en acelerado proceso de empobrecimiento, porque los pobres-pobres han tocado fondo y no lo pueden ser más.
El llamado “banco malo”, será como un aspirador chupando de los dineros de todos para que las politizadas entidades de ahorro, que gestionaron pésimamente pero retribuyeron a sus avariciosos gestores con buenos millones de euros, se sacudan sus “activos tóxicos” y puedan reorganizarse para volver a otorgar créditos a la producción. Ahí se irán buena parte de los dineros públicos restados de los servicios públicos esenciales, como de hecho está ocurriendo en las comunidades autónomas gobernadas por el PP y verdaderas responsables del macro déficit nacional acumulado.
Pero seguimos sin tirar de la manta mediante una agresiva y proporcionada reforma fiscal en vez de privatizar hospitales cerrar quirófanos, y casas de acogida de mujeres maltratadas, suprimir ayudas para libros de texto, acabar con los viajes de mayores, eliminar la paga a viudas sin recursos, cerrar conservatorios de música, merma salvajes de las ayudas sociales, y lo que nos espera…» Diario Palentino, 18 de diciembre de 2011″