“Son como un inmenso Sr. Martínez Pujalte, en versión clon con miles de copias”
En su soliloquio los líderes visibles del PP se han disparado y ya no saben que inventar. La fiebre del Estatuto Catalán y los papeles de Salamanca, son temas agotados que están dando sus últimos coletazos, son ubres secas que ya no dan para alimentar más jaleo callejero. Por otro lado los comicios locales y autonómicos están a un tiro de piedra en términos de calendario electoral, queda poco más de un año y no les ha cundido la bronca.
De la pertinaz conducta belicosa del Partido Popular se deduce que en esta legislatura no va a haber “recreo” para el gobierno de Zapatero, ni periodos de paz intermedios, ni aceptación de los intentos de acercamiento, ni mucho menos de la debida cortesía democrática de dejar gobernar a quien tiene encomendada la tarea por los ciudadanos. El Partido Popular va a pasar directamente de la rabia postraumática del fracaso electoral a la prematura precampaña en el mismo tono, siguiendo una partitura en clave de desprecio y acusación sistemática sin apenas movimientos.
El señor Rajoy con el eco de su equipo en estéreo (Zaplana y Acebes) llena su boca con imputaciones de inconstitucionalidad para a continuación lanzarse a la desesperada al vacío y sin paracaídas, anunciando a bombo y platillo un referéndum que se saca de la manga y que cualquier mínimo conocedor de la Constitución Española vigente sabe que es de todo imposible de realizar.
Ya sabe él que el Referéndum no tendrá lugar, pero consigue el efecto mediático y unos minutos más de precaria gloria mediática aunque sea haciendo de malo. Porque ¿Donde se regulan las diversas modalidades de Referéndum?, en los artículos 92, 151, 167 y 168 de la Constitución, y en la Ley Orgánica 2/1980, que establecen: “Uno. La autorización para la convocatoria de consultas populares por vía de referéndum en cualquiera de sus modalidades, es competencia exclusiva del Estado. Dos. La autorización será acordada por el Gobierno, a propuesta de su Presidente, salvo en el caso en que este reservada por la Constitución al Congreso de los Diputados. Tres. Corresponde al Rey convocar a Referéndum, mediante Real Decreto acordado en Consejo de Ministros y refrendado por su Presidente”.
Y la iniciativa legislativa popular contemplada en el artículo 87 de la Carta magna española excluye las materias reguladas por ley orgánica, como es el caso. Pero como la legislación siempre ha sido y es un tema específico de difícil comprensión para la ciudadanía en general que no tiene porqué conocer los vericuetos de las leyes, el Partido Popular intenta de nuevo engañar y politizar a los ciudadanos haciéndole concebir falsas esperanzas basadas en una rotunda ilegalidad y cuyo cantado fracaso achacará personalmente a Zapatero.
Y es que el Partido Popular con sus radicales al frente no entra en las pequeñeces de valorar ni la posibilidad, ni la legalidad, ni la viabilidad de sus propuestas o afirmaciones, lo único que evalúa es salir en los “papeles” llamando la atención de la prensa y por ende de los ciudadanos, ocupando espacio.
Su plan es simplemente de destrucción radical con carácter general y de omnipresencia continua, porque con el constante ruido de fondo no permiten que los ciudadanos oigan los mensajes de su gobierno. Son como un inmenso Sr. Martínez Pujalte, en versión clon con miles de copias, zapateando en las instituciones, revolcándose en el escaño, riendo ostentosamente a carcajada ruidosa cuando se están tratando temas de mucho interés para los ciudadanos. Triste y zafio papel de boicoteadores sistemáticos que por poca autoestima que tengan les tiene que dejar un mal cuerpo de asustar. Rictus enfadados, mandíbulas tensas, sonrisas desterradas. ¡Vaya vida! ¡Ah, por cierto! ¿Porque no nos convocaron a Referéndum antes de llevarnos a la guerra de Irak? «Diario Palentino, 29 de enero de 2006»