“Susana Díaz tiene adversarios en todas partes, y enemigos en casa”
A pesar de las vociferantes consignas que sobre Igualdad vierten los partidos de izquierdas, no se ve la luz para las mujeres. En el PSOE, solo Zapatero defendió con dichos y hechos la presencia femenina en los auténticos órganos de decisión, y así lo cumplió en sus dos mandatos. El PP, enseguida se dio cuenta de lo importante que es el voto de las mujeres, más de la mitad del censo electoral, y con mayor o menor fortuna, lo puso en práctica. Rubalcaba, con la ayuda de Alfonso Guerra y el parlante, Felipe González, quitó del medio a Carmen Chacón. En cada comicio electoral disminuye en vez de aumentar el número de diputadas en el Congreso. El catecismo sobre la Igualdad raya en una monserga aburrida, como una letanía traicionada por los gestos incrédulos de quien la suelta en los mítines al calor de los aplausos de fanáticas seguidoras que no se paran a pensar en lo falaz del discurso.
Andalucía tiene el 34% de tasa de paro, hay provincias en las que los latifundios de la nobleza premiada por los Reyes Católicos ocupan casi todo su territorio; apenas hay empresas agrarias pequeñas o de tipo familiar, salvo cooperativas; los jornaleros estacionales son una mayoría de muy difícil encaje en otras ocupaciones laborales. En la costa, el turismo que arrasa trae dinero y drogas, y mafias, corrupción de todo tipo y aleja prematuramente a los jóvenes de los estudios porque en la hostelería tienen propinas, cara y cruz de la economía. Cereales, minas, olivos, huerta, industria, una variedad de economía y población que no tiene ninguna otra región de España. Todo eso tiene que organizar Susana Díaz, y hacerlo bien antes de que vengan los musulmanes a restablecer el Califato o la derecha para acabar con todo.
Una mujer en política, embarazada, porque puede, como Carmen Chacón pasando revista a las tropas, sí señor; y se tomará o no la baja maternal completa, cómo ella lo considere y nadie tiene derecho a interpretar sus decisiones personales. O, acaso los políticos que son padres son objeto de tales comentarios. ¡País!
Penoso PSOE con las mujeres, la única visible en la Izquierda española tiene que sufrir los zarpazos de los machos alfa de su propio partido, cainismo e inquina, menos mal que ha vuelto Zapatero a protegernos defendiéndola. Ojalá que en un futuro llegue a la Moncloa y enseñe los dientes a tanto talibán camuflado.
«Diario Palentino, 25/01/2015»
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