¡Tan contentillos! Lucen los políticos en la rueda de prensa cuando presentan lo que pomposamente califican como “acuerdo histórico”. Desde luego que lo será, los ladinos negociadores de la Diputación provincial han llevado al huerto al Ayuntamiento y con él a los palentinos capitalinos, sobre todo a los vecinos más afectados por proximidad.
Mientras nuestro Ayuntamiento cede gratuitamente millones de euros en terrenos para la construcción de un nuevo centro sanitario que preste servicio a todos los habitantes de la provincia, la Diputación expolia a los palentinos del aprovechamiento óptimo de unos terrenos que tenían un destino social y baja edificabilidad, y como cualquier especulador inmobiliario de los que nos han arrastrado a esta crisis nacional con mayúsculas, “mueve” a nuestro Ayuntamiento a comprometerse en una recalificación para que la Diputación pueda obtener muchos millones de euros que no revertirán en la capital que los pierde, sobre todo en calidad de vida del entorno. Tal vez de manera extraña vuelvan algo a nuestros pueblos, que no estaría mal si fuera bien invertido.
Pero eso es también un sueño a la ligera. Por el medio hay muchos altísimos sueldos que pagar, obras faraónicas para que queden con su placa de inauguración en la historia local, y fotos, muchas fotos con miserables dádivas como que prodigan el oro y el moro. Mientras siga funcionando el tapabocas con miserias, los alcaldes seguirán mendigando unos recursos razonables, pero a cambio se les entregarán ordenadores portátiles para que los usen ellos o sus hijos, no para la administración municipal que sigue con los ordenadores a pedal, o les envíen UNA entrada para los toros, que son muchos los compromisos y no da para todos.
Pero la vergüenza es que cientos de vecinos en decenas de pueblos aún no tienen acceso a internet, en otros se han cerrado los centros porque la Diputación ha dejado de pagar el mantenimiento y en muchos aún no se ve la TDT por lo que muchas mujeres mayores que viven solas en pueblos pequeños se han quedado totalmente desconectadas del mundo mundial.
Ayer dijo Cospedal que ya los castellano-manchegos se están cansando de más de treinta años de gobierno socialista repitiendo las mismas respuestas y las mismas políticas. Lo mismo nos pasa a los castellano-leoneses pero con el Partido Popular, y sobre todo con la «ejemplaridad pública» que están dando muchos de sus miembros escudados en sus siglas. «Diario Palentino, 11 de abril de 2010«